miércoles, 12 de agosto de 2009

Los años no vienen solos


Esta frase que simulaba expulsarse únicamente de la boca de nuestras abuelas o madres, hoy resulta ser un eco constante en la cabeza de todas las que estamos transitando, casi luego de recién nacidas, rápida y fugazmente, los veloces veinti tantos años.
Cuando escuchábamos este comentario, seguido de un suspiro resignado y casi en coma, lo único que podíamos pensar era "pero si no vienen solos, ¿con quién?, ¿con qué?" Todas, hoy, conocemos la respuesta.

Los años, mujeres, vienen con muchas cosas. Creo que las titularía: "cambios". Esas alteraciones psicofísicas que nos mantienen un poco ocupadas; cuando no, preocupadas. No te sentís del todo preparada para enfrentar tantas cuestiones pelotudas que, sumadas unas con otras, hacen un cúmulo de problemas existenciales que te enervan la paciencia y te alteran cual mujer desesperada en busca de su destino, ese camino incierto que la vida te clava como una daga en el medio del pecho. Ese pecho que no aumentó desde los 15 años. Sin embargo, las cuestiones tediosas siguen respirando como un animal tiroteado, sangran y te miran, suplicándote ver la luz. Y es allí cuando nos enfrentamos a cosas desagradables, increíblemente nefastas, hombres que no son hombres, nosotras que nos sentimos pequeñas ante el abrazo de nuestros viejos y grandes a la hora de pagar los impuestos o cobrar nuestro sueldo y ver como se desmorona en una torre de gastos innecesarios.

Hoy me preguntaba qué y quién soy a mis 26 años. Quién quiero que se refleje en el espejo de ahora en más. Y de repente, se me vino a la mente una voz diabólica y seductora, que me decía "quiero llegar hecha una bomba". Sí, no de olor, una bomba sexual. "¿Qué? ¿No puedo?" No, como dice una colega del stand up, "sí puedo, sí puedo". Y ahí empecé a hacer cuentas, tengo 26, me quedan 4 añitos ... si hace 1 mes que empecé a full con el gimnasio y me pongo crema reductora y tonificadora hasta en el agujero del culo, tal vez puede que llegue con 1045 estrías menos en 365 x 4. Y si a eso le sumamos la crema para la celulitis y lo multiplicamos por el zapallito hervido que me llevo al trabajo casi todos los mediodías, restándole el Jorgito que me como después de tomarme el cafecito - con edulcorante - para despabilarme, da un resultado tentador.

"Aunque tendría que ser constante".

Reformulemos, entonces, restándole a lo sumado hasta ahora, una cuota del 90% de constancia .. eso daría una .. "Eh...", esperemos .. me faltó restar un 30% menos de memoria y un 90% más de locura. Volvamos a la cuenta: eso daría ... daría ...

Uh ... fiaca, evidentemente, me está agarrando sueño, la panza me explota, las ojeras están cuerpo a tierra, mi columna me pide a gritos una posición horizontal, estoy tranquila porque está todo limpio e impecable, la toca quiere que me acueste así se me achata más el pelo y necesito mi té relajante. Esperen que pongo el agua.


Ahora sí, sigamos. "¿En qué estábamos? No me acuerdo". Evidentemente, los años NO vienen solos.
















"Espero que vengan con un pito colgando entre las patas".

lunes, 13 de julio de 2009

"Estoy cansada de buscar ..."


Si me tomo el atrevimiento para escribir dos veces en una misma semana y elegir como título el comienzo de la gran y conocida canción de nuestro amigo fumancha Calamaro, es porque el siguiente monólogo, lo amerita.

Si seguimos con la adaptación del tema de Andrecito, lo más lógico sería reemplazar "lugar" por "hombre", ¿cómo quedaría?: "¿algún hombre encontraré?". Bien. Esta es la cuestión, el meollo del conflicto o de lo simple que se torna en conflicto. Una traba que constantemente atraviesa nuestro camino ovárico, "¿cuándo?", cuando nos proponemos sin quererlo, encontrar a algún hombre que no sea un pobre tipo. Y con esto, no me refiero a ese que te respeta, te halaga y esas boludeces; sino a un nene que no nos complique la vida, que no tengamos que darle la mamadera ni cambiarle los pañales.

Y aquí me detengo, en "pobre tipo". Me paro frente a mis experiencias de este año y reflexiono sobre los machos que conocí en este 2009, en los que conocieron mis amigas y en todos aquellos que quedaron en el tintero por su pequeña capacidad de resolución de situaciones simples. Cada día me convenzo más de que los hombres se han mimetizado con Luisa Cullioc. Les juro que no puedo entender con la cantidad de sementales que me he cruzado en estos días, hombres que no pueden consigo mismos, que se plantean cada situación, que te llaman únicamente para romperte las bolas y que, a la hora de concretar, no reaccionan; sino por el contrario, se van al mazo cual primera mano de truco con dos cuatro pedorros.

Y aquí viene el consejo, la tarea para el hogar, el aporte que tal vez sirva para transmitirles, de alguna manera, la conclusión a la que hemos llegado con mis amigas: en vez de putearlos, tenerles bronca, decir que nos jodieron la vida, que tienen su miembro corto, que no saben si seguir viviendo con su mamá o comprarse un carting, que no era buen amante o, en el peor de los casos, que sospechaban que era gay; lo mejor y lo más realista es pensar y decirnos todas al unísono: "es un pobre tipo". A ver, repitamos todas juntas: "es un pooooooobre tipo". Porque no puede con su razonamiento retrógrado, no puede con su papel de macho todo poderoso y menos puede enfrentar a una mujer que lo da vuelta como una media y lo enrosca sin querer enroscarlo.

Luego de esta catarsis, de esta terapia en grupo on line, me despido tranquila. Tal vez, siga teniendo aquella ilusión de encontrar a alguien que me facilite la vida, que aporte algo nuevo e interesante a mi rutina; porque de lo contrario, me fascina elegir seguir estando sola, seguir perfeccionándome como profesional, continuar construyendo las relaciones con mi gente - familia y amigos - porque los machos, mujeres, van y vienen. Y si vienen para complicarnos la vida, fiaca.



Me había comprado un largavistas, en una de esas veía a alguien con las bolas bien puestas. ¿Pero saben qué? Estoy cansada de buscar ...

jueves, 9 de julio de 2009

Francesca Sporting


Sí, sí. Volví.


Gracias a la querida porcin y al asueto ridículo que determinaron nuestros representantes para el día de mañana, encontré un rato para sentarme a escribir. Más vieja y más cansada, como diría mi gran amigo Ismael Serrano, vuelvo a mi asiento. En este caso, a mi querido blog. Pero no voy a dar muchas vueltas sobre lo mismo, no es mi intención - en lo más mínimo - criticar y defenestrar a mi querido sexo opuesto. En este caso, vuelvo para comunicarles una gran verdad personal: el deporte no es para mí; ni para muchas otras.

Chicas, chicas, chicas... se que muchas veces hemos dicho que del próximo mes no pasa, que vamos a empezar el gym con todo y que esos rollos a los cuales bautizamos Pepe, Carlos o Darío "El Grande", van a desaparecer definitivamente. Y también se que eso no se cumple. Pero no importa, seguimos en la lucha contra nuestra falta de voluntad.

Continuamos convencidas que por más que empecemos la dieta y el gym en septiembre, para diciembre seremos las diosas del caribe. "¿Qué hago? Estamos en noviembre y no adelgacé nada, a full con los electrodos". Mmmm. ¿Te parece? Te doy un consejo, hacé como yo. Hace unos días estaba muy fastidiada con mi trabajo. Llamé a un amiga y le dije "En 1 hora te paso a buscar y salimos a correr". Enfiestadísima, dijo que sí.

Se acercaba el horario clave y dudé en calzarme las zapatillas deportivas, aquellas que me compré para "empezar el gym" y están intactas. Si lo pensaba un segundo más, no iba. Así que tomé coraje y me dirigí a mi placard. Mmmm.. "sale shoguineta". Me vestí y salí. Un frío de re cagarse pero ahí estaba, no podía echarme atrás. Toqué timbre, a los quince minutos baja mi amiga con una cara de culo que espantaba. "Uau", me dije. "No soy la única a la que no le piace demasiado ir a correr". ¡Error! Mi amiga, mientras caminábamos, me comentó que acababa de tener una discusión con su hermano porque entró sin golpear la puerta y la vio en "paños menores".

En fín, seguimos caminando. Me moría de frío. Le metía actitud. La escuchaba, me reía, es que era para sacarnos una foto. LLegamos al parque, aquel en donde muchas personas intentan mejorar su calidad de vida corriendo al zon de su mp3 y violándote con la mirada. Sí, nosotras, "trotando" cual viejas del 50 años - nos faltaba el buzo en la cintura - nos cruzamos 5 veces a los mismos muchachos que, habiendo dado toda la vuelta, nos encontraban 2 metros más adelante de donde estábamos antes. Frente a ello, le comenté a mi amiga que debíamos cambiar de lugar. No daba no estar chivadas, caminar rápido y pasar papelón.

Nos fuimos a caminar por Libertador. Y aquí viene lo interesante. Conocimos un mundo paralelo, explorable por cualquier lado del que se lo mire, uno a uno ahí estaban, eran ellos: hombres. Morochos, rubios, con rulos, pelo lasio, no importaba, eran hombres y encima DEPORTISTAS. Sólo quedaba una preocupación: "¿cómo la piloteamos?". Le dije: "empecemos a correr". Y así fue. A la cuadra y media empezamos a agitarnos, mi piel era roja cual chupetín de manzana y mi amiga no la contaba. Yo tampoco. "Paremos, por favor". Entre las dos, teníamos menos estado físico que mi abuela en silla de ruedas. No importaba, seguían ahi, nos miraban, nos violaban ...


"¿Cuánto corrimos amiga?", le dije. A lo cual me respondió: "y, entre todo, habremos estado 50 minutos". Ja! Un logro nefasto para un satisfactorio primer día.


Volví a mi casa, elongué y me metí en la ducha. Decidida, me dije "Francesca no servís para el deporte". "¿Entonces? ¿Qué hago? ¿Esperar al 2050 cuando tenga que pasear a mi hijo? No no..."


Silencio.

Idea.


" ¡Ya está! ¡Que se venga la maratón masculina a favor del feminismo! Yo la organizo."


lunes, 11 de mayo de 2009

Marta en el país de las maravillas


A pedido del público más allegado, me veo en la obligación de sentarme con unos buenos mates "made in Pacheco de Melo", para seguir en la lucha. Sí, esta batalla de géneros pareciera acrecentarse cada vez más, pero hoy no me interesa crear una disputa entre hombres y mujeres. Hoy, en cambio, prefiero hablar acerca de la diferencia - rotunda diferencia - entre los hombres.


Este fin de semana, tuve la oportunidad de irme lejos del smog y poder disfrutar, junto con mis amigas, un poco de aire puro. Nos fuimos de viaje por ahi, no importa dónde. Sí, voy a decir a dónde, a lo que me encantaría titular: "El país de las maravillas". Sin entrar en cuestiones geográficas, se entiende que somos indocumentadas y que no pudimos irnos fuera, entiéndase la etiqueta de este monólogo como una metáfora.


Los ovarios que me acompañaron, junto con los míos, entraron a un túnel de luces fluorecentes en donde, vaya uno a saber por qué, todos los hombres que lo habitaban eran como renacidos de épocas inciertas y desconocidas. Un "país", donde los muchachos te dejan el asiento, te atienden como reinas y te invitan a bailar sin otra pretensión que la de mover sus caderas al ritmo de Gilda ¡Y cómo! Un lugar que, sin dudas, deja precedentes para volver, deja ese gusto dulce de un mate a media mañana y esas ganas de seguir creyendo que existen HOMBRES.


Después de regar este jardín, que simulaba estar creciendo entre excremento de vaca, se me vienen a la mente todas aquellas oportunidades en las cuales, cualquiera de las mujeres, se conforma con semejante pelotudo que no sabe ni para qué lo tiene entre las patas. Tal vez, a medida que nos vamos formando como mujeres y los años pasan - ¿se nota que se acerca mi cumpleaños? - nos ponemos más exigentes. Pero a su vez, permitimos que ciertos individuos nos sumerjan en bosta, haciéndonos creer sólo por un instante, que "eso" es normal.


A ver, generalicemos por un instante y simulemos un país en donde podamos digitalizar algunas cuestiones. Hoy me centraría en algunos consejos para evitar conflictos en "El país de las maravillas". Una especie de manual no tan básico como los hombres en donde incluiría algunos tips para ellos. Sí, mis amores. Si tanto quieren ganar, voy a ayudarlos un poco. Hoy no se qué me pasa pero me apiado, debe ser la estampita de la Madre Teresa que me está mirando al otro lado de mi habitación.


Manual básico para los hombres:


Consejo 1: Evitar el "texto". Si realmente te interesa una mujer, ya sea para tener relaciones sexuales casuales, casarte o vivirla, llamala. No porque levantes el tubo te vas a quedar en bancarrota, vas a perder tu masculinidad o vas a quedar como el más ridículo. Por el contrario, por ahí lográs saciar tus necesidades.


Consejo 2: Si no bailás bien, andá a clases de danza. Importante en el hombre, no quedarse con la imagen de que por ser más masculino, tenés que estar con el vasito de cerveza toda la noche parado al lado de la barra cual viejo baboso de 50 años. No, no. Un hombre que mueve bien su pelvis, tiene fama de ser excelente amante en la cama.


Consejo 3: Invitá en la primera cita absolutamente "todo". Este comentario no es de rata, vale la aclaración, pero a las mujeres nos gusta que nos alaguen un poco. Después mitad y mitad, en este país, está todo bien.


Consejo 4: No digas "bonita", ni "gorda", ni "mi amor", ni ni ni. Esas cosas no nos atraen. Decinos MARTA.


Consejo 5: Si ya estás de novio, no pienses que te casaste. Evitá los eruptos, los gases extraídos por el ano y las puteadas por simplezas. A la cancha, vas con tus amigos los domingos. Sí, existe el fútbol en este país también, ponete contento.


Consejo 6: No medites tanto tu estrategia, si te gustó una mujer, hacéselo saber. Si esperás a que la mujer reaccione y reacciona, es medio putita.


Consejo 7: No nombres a tu ex, no compares a tu mujer con las modelos de la TV ni hagas comentarios como "gorda, ¿me parece a mí o estabas más flaca el verano anterior?". A partir de ese instante, tu miembro no va a ver la luz hasta la Tercera Guerra Mundial.


Consejo 8: En este país, procurá no estar acomplejado por el tamaño de tu "amigo" y hacer una previa de 5 h porque, para tu información, nunca va a ser la primera vez que nos pasa y te vamos a "sacar la ficha" antes de que hagas nada. Por el contrario, comprate una bomba de aire o procurá tener a un striper de amigo, seguro que te pasa la posta.


Consejo 9: Si no entendiste alguno de estos consejos y pretendés que me extienda, seguí creyendo que Racing va a salir campeón algún día o que el Bambino va a cocer ese famoso toldo para que sea de noche toda la vida y tu felinidad se expanda las 24 h.


Me cansé de dirigirme a los hombres. Martas ...



¡Qué lindo que es el país de la maravilla! ¿Sacamos pasajes?


¡Yo invito!


martes, 5 de mayo de 2009

Cambio de roles


Como siempre quiero volver por más, independientemente del tiempo que los deje sin poder deleitarse de mis locuras, aquí estoy. La verdad es que estas líneas tendrán un tinte, como podrán notar a continuación, de indignación hacia el sexo masculino.


Como para variar un poco, he decidido expresar todo lo que me tiene así como "inquieta" últimamente. Una especie de catarsis escrita que no deriba en otra cosa que no sea volver a lo mismo pero sabiendo que varias personas han leido lo que tenía para decir.


Creo que nunca voy a poder entender muchas cosas que atañen a los hombres. Es decir, pensamientos - si es que los tienen - indescifrables pero que, como si esto fuera poco, ahora se han mimetizado en colores femeninos y discusiones histéricas que, en su origen, nos correspondían a nosotras.


Simple pero complicado: un cambio de roles rotundo que nos lleva a pensar que, si bien las mujeres seguimos teniendo "la flor poderosa" entre las piernas y, por su parte, ellos ese "no se qué" que nos atrae, hay ámbitos en los cuales hoy, lo que antes era nuestro, pasó a ser pertenencia de ellos. Me refiero a la histeria, señores.


Si bien los hombres, hoy en día, pretenden mostrarse socialmente "free lance", la verdad de la milanesa es que varios han superado el plan de histeria para convertirse en "Luisas Culiock reprimidas". ¿A qué me refiero con esto? Simple. Si una está bien con alguien, no implica firmar ningún papel de confidencialidad o compromiso; ahora ... más de 3 salidas y ellos echan a correr como si estuvieras poniéndoles un revólver calibre 42 mientras les pedís matrimonio. ¿Qué se tragaron? ¿La novela de las 3 de la tarde?


O en el peor de los casos, se te enamoran rápido y te dicen de escaparse juntos un fin de semana mientras ya está planeando, en el caso de los que somos de ciudades del interior, otro tipo de viajecitos. Te tiran un "¡Qué bueno que estaría conocer ..! ¿Le caería bien a tu papá?"


- NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO !!!!!!!!!! Ya no me caés bien a mí.


¿Qué hay con ustedes? ¿Después de la novela de las 3, vieron la de las 4 y "Pasión de gavilanes" por tercera vez? Si entendiesen que nosotras únicamente pretendemos no enroscarnos y hacer más fáciles nuestras vidas, TODO, les puedo asegurar, sería mucho más fácil. ¿Se piensan que con los tiempos que corren, siendo profesionales, trabajando 9 horas por día, teniendo nuestra vida social y placeres, vamos a querer firmar algún tipo de lazo?


Reconozco que las mujeres también tenemos nuestro lado complicado, si nos llaman 3 veces por día es un "goma" y si no nos llama es un "pelotudo". Ellos, por su parte, si quieren verte "te tiran un texto" o te hablan en el msn como si nada: "¿En qué andás?".


- Hey ¿tu mamá te cortó las bolas cuando eras chico?


¡Dejémonos de joder! Pareciera como que nuestra generación, infectada por las nuevas tecnologías, hiciera un combo explosivo de cobardía e inmadurés que no beneficia a ninguna de las partes. ¿En dónde quedó ese hombre viril y masculino que le robaba el auto a su padre para viajar 300 km sólo para ver a su amada por 1 hora? Esa historia existe, se los aseguro.


Ahora, tras que no hacen eso, te invitan a salir, te pasan a buscar y tenés que caminarte 30 cuadras o, en el mejor de los casos, subirte a un colectivo simulando que estás en el Parque de la Costa bajándote de la Montaña Rusa, simulando que te cagaste de risa pero por dentro querés vomitar.


Piénsenlo y dejen de enroscarse, histerias con pito colgando. La vida es más fácil y el cambio de roles, créanme, no los beneficia en nada. Si quieren realmente ponerse en nuestro lugar, háganlo pero no sean tan ingenuos.


¿Jugamos a que tienen el poder? ¡1, 2, 3 ya!

lunes, 2 de marzo de 2009

Dos duplex, quince mujeres


"En vez de gastar plata para mi cumple, pago la estadía allá y nos cagamos de risa todas, ¿qué te parece?". Y así fue. Lo pedís, lo tenés.

Sí, nos fuimos a Gualeguaychú ni 2, ni 3, ni 4 mujeres... ¡éramos 15!


Todos sabemos lo que es esta ciudad entrerriana en esta época, no hay una persona que no haya escuchado acerca del "Carnaval del país". No solo por sus carrozas, su corsódromo y sus comparsas; sino por lo que realmente importa a la hora de emprender un viaje de "mujeres", SÍ: la joda.

En mi caso particular, salí del trabajo y me dirigí en tren a retiro, llegué chivada cual testigo en juicio y no podía creer con lo que me encontré: 20 FlechaBus anunciando que partían para Guale. Después de 1 hora de retraso, cuando ya estaba al borde del ataque de nervios, anunciaron el mío. Les juro que en ese momento en lo único que pensaba era en teletransportarme para donde estaban mis amigas, el resto... aquellas que ya se estaban embriagando cual flaco recién abandonado por su novia.

Llegué, ya era muy tarde, no importaba.. la joda estaba esperando tocar a mi puerta. Va... a las puertas de los 2 duplex que alquiló mi gran amiga, la cumpleañera. Me fueron a buscar. Llegamos y me encontré con un panorama bastante interesante: la que toda la vida hizo buena letra, era una santa y no tomaba más que jugo Tang en los "asaltos", estaba prendida a su vaso de "Fernuco" como si fuera una extensión de su brazo derecho. La otra, que me fue a buscar, lisiada por un golpe tosco al querer salvar su cámara de fotos luego de un trastabillazo. En fín, ¡estábamos todas, eso era lo importante!

¿Descontrol? Noooo, muy tranqui, solo trencito en medio de la calle, 3 flacos que se adosaron a la joda porque "vieron luz y entraron", comprada de birras nocturnas y alguna que otra cachetada de alguna negra inadaptada por celos. Aclaración: la piña se la ligó Agustina. Lisiada y golpeada. "Esta noche no salgo, no es mi noche", dijo resignada. ¿Final? Terminó saliendo con adermicina en sus rodillas.

Emprendimos viaje a la Costanera, la cantidad de gente era inversamente proporcional al espacio físico del lugar, no quedó otra que adaptarse. El hormiguero humano y ebrio estaba puesto en marcha, solo faltaba un toque de onda. Y ahi llegaban las amigas de Francesca para conquistar a muchos con un swing particular. Y así fue.

Los famosos vasos de cerveza de litro pasaron a ser imprescindibles, los pitos que te tocaban cual "carne fresca" y la música al zon de "el cielo se quedó sin estrellas" fueron los tips del viernes por la noche. Llegamos, la cumpleañera nos hizo unos mates. Entre chusmes y actualizaciones, nos fuimos al sobre.

Sábado de sol y resaca. No quedaba otra que emprender viaje al camping, ese famoso lugar pedorro en donde la gente pretende tener onda y tomar birra a pleno sol como si estuviera rodeado de luces de colores bolichescas, cuando en realidad, no se levantan ni a la mañana por la cara resacosa consecuente del día anterior. No tuvimos éxito. La entrada estaba cerrada. Nos fuimos a una pileta y ahí surgió, como por arte de magia, una charla "femenina" bastante importante. Sí, de "pitos". ¿Tópico?: "Todas alguna vez fingimos", subtítulo: "El tamaño ¿importa?".

Les resumo las conclusiones: no, lo dejo para el próximo monólogo.

Como quien dice la noche se aproximaba y el cumpleaños esperado ya estaba cerca. Entre cotillón y vino blanco, llegaron unos muchachos X, los 3 del día anterior y las ganas de enfiestarnos. Y sí, las 12 recibió a mi amiga con música, apagones de luz y algunas sin poder bañarse por el corto de los calefones eléctricos. Nada nos importaba, solo el castillo inflable de en frente que nos hizo rememorar nuestra niñez ... o adolescencia.

Luego de unos cuantos reguetones y risas entre ovarios nos dirigimos al famoso Corsódromo. Sin palabras. Bailamos al zon de "Qué maravilla, qué maravilla son los de Marie Marie" para luego continuar con "Papelitos, vino de corazón, vino para quedarse y te enamoró".

Pero la joda no terminaba ahí; por el contrario, era una entrada de calor para continuar festejando. Volvimos al hormiguero humano, ya sin fuerzas pero con muchas ganas de seguir nuestra trasnochada. Batucada, lindos pititos y buena onda..¿qué más podíamos pedir?

Llegó la madrugada del domingo, "¡Fuck! Es verdad que lo bueno dura poco".

Cuando me quería acordar estaba arriba del bondi, acompañada por un grupo de flacos que le pedían el facebook a una señora de 70 años que había viajado con sus amigas del Pamy.

En feeen, un fin de semana para el recuerdo en donde 2 duplex y quince mujeres dejaron historia en la Entre Ríos.


- ¡Viva el conchero!

- ¡Viva!


jueves, 19 de febrero de 2009

Miau


Francesca regresó. Me sentí obligada a volver; no por las pelotudeces chupa-medias que me han puesto en el "cara libro" sino porque hay situaciones en la vida que necesitan ser escritas. No voy a detenerme a contarles qué hice en este tiempo ausente porque no les interesaría saber que mi vecina me hizo firmar un acta para citarme con el juez por "reiterados ruidos molestos", laburé en un fucking diario y me dejé malcriar por mis progenitores durante casi dos meses. No, no. Así que vayamos a lo nuestro.

Se preguntarán por qué ese "miau" de título, es simple: En este verano confirmé mi teoría: "Todos somos gatos". Sí gente, hombres y mujeres, de todas las edades, por naturaleza o instinto, somos gaturdos. Ahora, definamos qué es ser "Gato" para Francesca, básico: "Dícese de la persona que haga, diga, manifieste y/o exprese cualquier cosa para seducir a uno o varios especímenes del mismo o distinto sexo; no por interés pleno sino para divertirse mientras afirma su ego".

Bien. Vayamos a lo práctico. Toda teoría tiene su fundamentación, ergo, pasaré a explicar por qué considero que los seres humanos pertenecemos a la familia de los felinos. Empecemos por las mujeres, ¿Siempre por lo más difícil? En fín. En la vida construí muchas amistades, de todo tipo y colores, he conocido infinitas personalidades femeninas que me servirían como herramientas para sostener mi teoría. En este caso, voy a seleccionar algunas.

Vale la aclaración, la expresión "gato" no equivale a ponerse botas o taco aguja; sino que se trata de la actitud. Ejemplo, aunque estemos chivadas en el gimnasio haciendo spinning y justo vemos a un flaco "interesante" nos hacemos las diosas como si estuviéramos recién bañadas, lo miramos con cara de "te como todo" mientras seguimos bajando de peso. Eso es actitud "gato". Ejemplo dos, el histeriqueo constante con gente que no le tocaríamos ni un pelo, ¿por qué lo hacemos? Ego muchachos. EGO. Ejemplo tres, estamos bien, solas o acompañadas, sin embargo nos enteramos que uno de los susodichos que teníamos atrás nuestro ya no lo está. ¿Cuál es el siguiente paso? Buscarlo. ¿Con qué fin? No comer ni dejar comer. "¡Es mioooooo!" Deseo, deseo, maldito deseo. Y ahí estamos nuevamente, mujeres, tratando de proteger lo que es nuestro. Somos "gatos". Ejemplo cuatro, de repente sos la virgen santísima con todos, tratás de ayudarlos, de gustar, de conceder. Un compañero de trabajo necesita urgente una entrada para ver el clásico, justo te acordás de que tu ex suegro tiene contactos ahí, lo llamás, las conseguís. ¿Todo porque sos buena persona? No, no. Porque sos gato y necesitás que tu compañerito piense "qué divina que es Francesca, hasta está más linda". Ejemplo cuatro, estás en una reunión, los hombres te rodean, ninguno que te atrajo mucho la atención; sin embargo se ponen a discutir del planeta Venus y las constelaciones, de lo lindo que sería viajar al más allá, rodeado de estrellas y cometas mágicos, en ese momento te trasnformás en la astróloga más codiciada de todas, hasta te aplauden. Te vas a otra reunión esa misma noche, llegás y te encontrás que están hablando de las pelotudeces que dicen los astrólogos, justo ese comentario viene del hombre más lindo del lugar. En ese entonces acotás "Obvio, siempre me parecieron unos tarados". ¿Ves? Y no lo hacés por veleta; sino porque sos "Gato". Ni hablar de llamar cuando estás en pedo a tu flaco, cuando antes coordinaste con todas tus amiguetas borrachas hacer bochinche y simular que se están cagando de risa, le decís medio ebria que la estás pasando genial, cortás. Siguen charlando de dietas y preguntándose qué habrá en la heladera esa noche al regreso. Pero su chico se quedó con la sensación equivocada, porque vos quisiste. ¿Por qué? Todas a esta altura sabemos la respuesta.

Podría seguir horas. Enumerar una a una las situaciones que nos determinan como hembras en celo; pero no. Es el turno de los hombres.

Ellos tan sutiles a la hora de demostrar su felinidad. Pero no pueden evitar tenerla a flor de piel. ¿Empezamos? Ejemplo uno, los amigos te tienen como el más boludo de todos, en secundaria te llevaste todas las materias, elegiste marketing porque "estaba de moda" y cuando llegás a una reunión llena de mujeres, conversás acerca de la química orgánica, les comentás que no fuiste escolta porque te agarró rubiola y ahora promocionaste todas las materias con 9. De repente, en un abrir y cerrar de ojos, te convertiste en el "sabelotodo" del universo. ¿Por qué? Porque sos gato. Ejemplo dos, en los partidos de fútbol te llaman siempre para que seas suplente y cuando llegás, te parás en frente a la chica que te gusta, le comentás que metiste cinco goles y que tus amigos por poco no te piden autógrafos en el tercer tiempo. Ni hablar cuando te matás al gimnasio porque querés "estar saludable", ¿Vos te la crees? Querés estar más groso para el veranito querido, ¿Por qué? Porque sos un gatito. Miau, miau.

Ejemplo tres ¿sigo? Llegó el momento sexual. Siempre consideraste que el hecho de poner velas, buena música y comprar un buen vino es "cursi"; ahora llega el momento de "encamarte" con ESA chica y comprás un ramo de rosas rojas, le hacés un caminito de cabsha hasta la puerta de tu departamento y la esperás con Norah Jones. ¿Qué onda? Ahí no sos gato, sos boludo y te hacés el gato. ¿O me equivoco? Ejemplo cuatro, vas a una reunión, sale el tema de records sexuales, el tuyo fue a los 20 cuando te encamaste con la mucama 3 veces en ... un día. Como ves que todas las mujeres presentes están esperando tu resultado, las mirás fijo y te reís: "¿Mi record? Si se los digo, se asustan chicas". "¡¡¡Re volaaaaaa!!!". Sos un RE gato. "¿Pensás que somos boludas?".

Me cansé. O mejor dicho me ofusqué de la cantidad de felinos que andan dando vueltas. Ni hablar si se enteran que vos estás de novia... como quien dice se estrena el revival de "El regreso de los muertos vivos". Tu celular empieza a sonar "Hola, ¿en qué andás?" A lo cual una piensa "¡Qué te importa gato de mierrrrrrrda! ¿Ahora te acordás?".

En fin, gatos y gatas, ¿consideran que he justificado mi teoría? Yo creo que sí. Ahora me tengo que ir, creo que escucho maullidos en los techos, sí, sí... son todos ustedes que me llaman.


Aclaración: Odio a los gatos.


domingo, 11 de enero de 2009

Un camino de ida


Shi shi shi. Hola gente. Nuevamente esta loca vuelve a sus andanzas. ¿Pensaron que me había quemado el ojo con una cañita voladora? ¿O acaso que que habían internado en alcohólicos anónimos? No, por el momento sigo viva, no se hasta cuándo; sigo aca tratando de contarles algunas cosas locas que nos pasan a casi todos.

En el día de hoy le voy a dar lugar a "las novias que recientemente decidieron culminar con su pareja", sí ... las fiesteras. ¿Por qué? Cada vez que decidimos cortar una relación, toda mujer en sus cabales, comienza un camino de ida, un trayecto hacia el mundo de la piratería constante e impulsiva de querer hacer TODO lo que no hizo durante su lapso de noviazgo.

A diferencia de estar en el "dejado" cuando una decide cortar una relación por arte de magia empieza a recordar todas aquellas cosas que la hicieron feliz, y es ahí cuando aparecen, casi sin quererlo, todos aquellos contactos de los susodichos que, por una u otra razón, dejaron de estar en "nuestras vidas" y pasaron a la lista negra.

Soltería, qué palabra...Los pocos o muchos casos que conozco, algunos muy cercanos, parecieran demostrar que cuando una mujer decide seguir su vida soltera (después de un noviazgo pedorro) el amor resurgiera por todo su alrededor: quiere más a su familia, valora más a sus amistades, a las cuales llama 30 veces por día (antes 1 vez por semana) para organizar una previa, una mateada, un truco, lo que fuera... todo es sinónimo de diversión, esa diversión que quedó atada a un pelotudo con las bolas caídas que creía que iba a heredar toda la platita de TU papá.

"Y la vida sigue, ahora es MI momento", esa frase se torna un eco constante en la cabeza de todos los ovarios que transitan las calles, los boliches, hasta los bancos y por qué no una panadería en busca de un fiestero que quiera compartir los ratos libres para encamarse libremente con ella sin pedirle explicaciones al respecto.

¡Ni hablar de querer vivir todo en un solo momento! Como un caso muy particular, no voy a dar nombres, en el cual una mujer decidió terminar con su relación, a los días encontró otro especímen con quien divertirse (al cual lo llama "amante") y emprendieron un viaje a la costa por 4 días, sin rumbo fijo, para pasar y disfrutar unos días de puro sexo y descontrol, ese que no vivió en 3 años de relación.

Bueno... es así. En vez de quedarnos tiradas en una cama llorando cual Bridge Jones, nos dirigimos hacia un camino en el cual nuestro físico, dejado por estar achanchadas en una relación casi permanente, empieza a cobrar importancia. "Voy a tener que empezar el gimnasio"... "naaaa me empedo y me agarro a cualquiera que me de bola". "¿Qué onda? ¿Esto era chapar? ya ni me acordaba". En fín, un sinfín de pensamientos pirados que te hacen recobrar vida y te afirman que la vida sin novio puede resultar mucho más placentera que estar encajetada en el mismo pito durante años.

Mujeres solteras, hombres en celo, ganas de tener sexo cual película triple X, son varios de los tópicos que podría seguir nombrando en estas líneas; pero no. Lo importante es lo que todas ya sabemos... cuando una decide estar soltera no hay pito que nos alcance. ¿Tan pretensiosas podemos llegar a ser? Sí hombres ... a cuidar a sus novias, complacerlas en la cama, pagarles todas las cenas y en vez de jugar el picadito con sus amigos llevarnos a nosotras a un spá por 1 año. ¡Nosotras mandamos! Lo bueno es que todavía les hacemos creer lo contrario...