jueves, 28 de abril de 2011

¿Por qué después de tener sexo no llamó más?


Buenas noches a todos, hoy vamos a hablar sobre esta situación que a muchas, seguramente, les tocó vivir en carne propia y otras que lo habrán escuchado hablar. Es un gran tema y un motivo de queja bastante frecuente entre las mujeres.
Ellos desaparecen después de tener relaciones, mientras que algunas se quedan esperando a que la historia continúe. Es por eso que vamos a tratar de explicar un poco por qué los hombres actúan de esa manera y cómo actuamos las mujeres en estos casos. A TODAS, alguna vez, nos interesó saberlo, no sólo a las que estamos transitando esta edad, sino a las solteras de todas las edades, las casadas o las divorciadas, esas que llegaron a los 40 y se tiraron alguna que otra cañita al aire, queriéndose enganchar a uno que pague el alquiler y nunca más llamó.
Pero antes de empezar, tengo que reconocer que hoy estoy medio bajón, la verdad es que la Semana Santa me encontró sensible. No me levanté a nadie, salí viernes y sábado y nada che. Así que me la pasé comiendo, me comí 4 huevos de pascuas y cinco roscas, como para matar la angustia oral. Ahora estoy a dieta así que estoy medio malhumorada. Por eso mi intención de hoy no es hacerlos reír, si se ríen bárbaro igual… pero les pido disculpas… hoy tengo ganas de reflexionar un poco sobre este tema desde otro lugar.
Para empezar, me quedé asombrada con la repercusión que tuvo este tema entre los internautas. Lo tiré como al azar y tanto hombres como mujeres se pusieron a opinar, y salieron cosas muy interesantes de sus comentarios. Voy a leer algunos, a ver qué dicen:
Enzo que opinó:
Puede ser que un hombre no llame porque:
1- Ella no cumplió las "expectativas”
2- Se quería sacar las ganas y cuando terminó quería que la mina se convierta en papa frita
3- Lo hizo pensando en esa chica que tanto le gusta, así que cuando sale de su casa, la llama
4- Puede que realmente esté buscando una relación, y al ser el sexo una parte importante de la misma, y no le resultó tal como esperaba, no la llama. Ojo si después se complica para encontrar una relación, y se acordó de esta chica, lo más probable es que la llame.
Juan:
“El hombre sólo vuelve a llamar bajo dos circunstancias: 1) cuando tenga ganas de tener sexo 2) cuando no haya alguien más disponible para hacerlo”. (Durísimo)
Lucas:
“A mí me pasó lo contrario. Llamé y llamé pero no me quisieron atender”.
Rodrigo:
“Hay cosas más crueles que acostarse con alguien y no llamarlo... por ejemplo, calentarlo y después no hacer nada de nada, y eso, lo suelen hacer las mujeres”.
Martín:
“¿Acaso hay que llamar?”
Y ahora viene el turno de las mujeres:
Caro:
“Yo no lo llamo más si en ese momento muestra la hilacha de q es un verdadero nabo jajajaja y no sólo con respecto al sexo. Ahora si el chico me gusta, le doy una segunda oportunidad para ver q pasa si es q la cosa no estuvo de 10, tan mala no soy...creo, y no seamos tan exigentes, dale! si nos estamos conociendo y la cosa es de a dos.....
Guillermina dice:
“Yo diría que no quedó satisfecho y por eso no llamó. Seguramente ella le debe haber dicho cosas que no se dicen en una primera vez, como “me encantó” o “¿Mañana qué tenés que hacer?”
Soledad:
“Porque sólo buscaba sexo y no amoooor”
Marina:
“No volvés a llamar porque pensaste que te ibas a acostar con una máquina sexual y te encontrás con que sí, ok, besa lindo, pero la tiene del tamaño de un Chicito y no te hizo ni cosquillas!!!”
Y había muchos más pero el programa termina a las 22. Les agradezco a todos por opinar. Ahora, no sé si prestaron atención pero hay una rotunda diferencia de cómo ven las mujeres la situación de cómo la ven los hombres. Y esto se explica desde la naturaleza de cada sexo. Gente, el hombre es un ser práctico y la mujer un ser emocional, como lo afirma la psicóloga chilena Pilar Sordo en su libro “Viva la diferencia”. El hombre termina la acción y se pone a hacer otra cosa, se olvida. Y la mujer se queda pensando, reflexionando, recordando. Se pregunta: “¿Habré estado bien depilada?” “¿No le habrá gustado mi ropa interior?” “¿Me habrá sentido olor?” “¿Habré gritado mucho?”, mientras que él salió de la casa de la susodicha, chocho porque cumplió con sus amigos que seguramente le van a preguntar “Cómo estuviste papá?” y a quienes les va a mentir sobremanera diciéndoles: “No me la van a creer, 8 veces y decí que la mina no daba más porque sino seguía”. Y no quiere decir esto que uno sea más frío que otro, OJO. O peor persona; sino que somos distintos. Nuestra naturaleza no es la misma.
A hombres y a mujeres nos pasan distintas cosas respecto a la sexualidad. Escuché a varias sexólogas y psicólogas decir que el hombre, desde sus genitales, ya tiene una sexualidad hacia afuera; a diferencia de la mujer que ya sabemos lo que tiene. Entonces, hay como una naturaleza animal del varón a querer ir sembrando su semilla en distintos lugares, pero hete aquí, que nosotras para recibir el calor de un hombre necesitamos, muchas veces, no tooooooodas, que nos guste algo más que su cuerpo. ¿No?
Lo que sucede es que los hombres, después del encuentro o de la descarga, cortan el circuito relacional. En cambio, las mujeres necesitamos de otra etapa que es la del bienestar. Qué significa esto? Una etapa en la cual él se digne a llamarnos para preguntarnos cómo estamos, cómo la pasamos esa noche y si queremos volver a repetirla. Cosa que, en general, no me ha pasado. ¿A vos Pau?
Entonces, ¿Qué es lo que sucede? En estas situaciones ambos quedamos insatisfechos. Él porque su instinto animal lo obliga a seguir buscando otra “hembra”, sumado a que tiene una hincha pelotas como vos dando vueltas por su casa, dejándole mensajes privados por FB y haciéndole llamadas perdidas, y vos porque querés sentirte querida y él ni se acuerda de tu nombre. Así que los dos quedamos insatisfechos.
Ahora, desde nuestro punto de vista, hay algo muy interesante que señala una psicóloga que no recuerdo el nombre que tiene que ver con un proceso de adicción. Sí, chicas, somos adictas. No sólo al maquillaje, los electrodos y la ropa, sino también y mucho más profundo a ser queridas, tocadas, a QUE ALGUIEN NOS QUIERA. Y esto, escuchen bien, tiene que ver con una carencia… y ahí volvemos a confirmar mi teoría… porque cuando uno está satisfecho con uno mismo y se siente pleno y tiene algo para ofrecer, no está necesitando que “me quiera cualquiera” que es lo que sucede cuando le pedís a Dios encontrarte a alguien para tener sexo casual. Y ese ser, no le importa si sos vos, fulanita o menganita, él quiere tener sexo y punto.
Y en este punto, también hay que evaluar a las cosas que dicen los hombres al momento del encuentro, cosas que a veces son mentira y que dicen como para “cumplir con su objetivo”, vos te las creés porque querés que alguien te quiera –pero por dentro sabés que son mentiras- y le decís: “sos un amor, te querés quedar a dormir?” Cuando en verdad sabés que el flaco tiene terrible olor a testículos y encima te abrió la heladera como si fuera su casa y NO le dijiste nada, cuando en realidad querías matarlo”. O sea, ninguno de los dos es sincero, convengamos que él te miente y nosotras también mentimos. No sólo en la previa o en el post sino en el durante, no sé si me explico bien… no puedo ser tan explícita porque estamos en horario de protección al menor pero seguro que vos, que estás escuchando del otro lado, entendiste moy bien.
Y acá, llegamos a la división que hice de los dos tipos de mujeres que pueden aparecer en esta situación: Por un lado, bauticé a las flojitas como “las idealistas” y por el otro, a las modernas, como “realistas”.
Vamos a empezar con las “idealistas”, a las que ya les dimos un poco de protagonismo al principio. Son las que te dicen: “Santiago no me llamó después de que estuvimos. ¿Por qué me pasa siempre lo mismo?”, PUNTO UNO: se victimizan.
Acto seguido, te dice: “¿Por qué me quedo enganchada y él no? Me quedé pensando en él y con ganas de más. Yo creía que había sido bueno lo que pasó, pero él no volvió a aparecer”, PUNTO DOS: se culpan.
Pasados ya dos días, ahí empiezan a planear cómo hacer para saber qué le pasó. Y se le vienen a la cabeza 30 mil ideas. Pobre si sos amiga de una “idealista” en ese momento. Son capaces de contratar un detective privado, decirle a sus amigas que hagan posta en su casa o hacerse íntima amiga por FB de un amigo suyo y tirarle letra para ver si sale algo… hasta de decirle a su mamá que se invente un FB para ver su perfil porque ella, como por arte de magia, se quedó con un amigo menos en el suyo.. y justo era el!
Entonces, para solucionar este problema de inseguridad, de idealismo, porque el flaco NO la va a llamar o si lo hace es después de un tiempo en el cual otra no le dio ni cinco de pelota, es importante que las que se sintieron identificadas con lo que acabo de decir, empiecen a pensar en vivir una vida más consciente, no tan idealista. Empiecen a entender que los hombres son hombres y que nosotras, de antemano, tenemos que tener en claro qué es lo que queremos con él. No porque nos haya dado pelota o te haya dicho “qué linda que sos”, vas a enamorarte de un don nadie, al cual idealizas como si fuera el hombre de tu vida pero que por dentro sabés que no vale ni dos mangos.
Y acá llega el turno de las “realistas”. Sí, quiero desmitificar un poco la imagen de la mujer sentada al lado del teléfono o mirando el cel cada cinco minutos esperando a que el flaco la llame. No todas son así muchachos. Así que relax.
O sea, empecemos aclarando que este “príncipe” del cual esperamos señales de humo lo conociste seguramente en un boliche, en medio de la joda y con unos tragos encima con lo cual también seguramente él no estaba esperando encontrar a su futura novia sino todo lo contrario, alguien con quien tener relaciones sí que es tiene suerte esa noche. La mujer “realista” tengan cuidado que lo sabe muy bien.
Ellas son independientes y despiertas. No necesitan a un marido sólo para que las mantenga, incluso ni piensan al matrimonio como el fin único de sus vidas. Son mujeres inteligentes, no digo que las idealistas no lo sean, pero son más seguras, se divierten, se distraen, prefieren una cena de amigos y una buena conversación a ponerse borrachas tratando de levantarse a un flaco en el boliche. Son mujeres que, al igual que los hombres, eligen cuándo, con quién, cómo y dónde si es que quieren intimar con alguien.
En conclusión: En estos casos, donde el hombre no llamó después de estar con una, es importante como una se lo tome. En el caso de las “idealistas”, casi siempre piensan que estuvieron "mal" y por su inseguridad lo matan a llamados, o quieren llamarlos pero nunca se animan, a ver si encima de frígidas quedan "gomas". Y las “realistas”, alguna perdidita le hacen como para que no se olvide de la tremenda mujer con la q estuvo, pero en ese momento – y escuchen bien- hay que saber manejar las estrategias. No es lo mismo llamarlo un lunes que un sábado, a las 16 que a las 3 am... y es ahí cuando entra el juego el ingenio de cada una, la seguridad obvio y la experiencia... no se trata de si sos hombre llamar y si sos mujer esperar, se trata de entender concientemente qué es lo que quisiste vos de ese momento y qué es lo que quiso él. Si tenés bien en claro eso, las cartas del juego están en tus manos.
Y sepan que si el hombre no llamó mujeres, es porque no quiso. No hay que darle tanta vuelta al asunto. Sin más, me voy a despedir con una frase que alguna vez escuché decir a una actriz estadounidense que tiene que ver con el tema y dice así: “No sé qué pasa con los hombres que después de tener relaciones conmigo, actúan como si les debiera plata”. Es así hombres y mujeres, llamar, no llamar, hacerse desear, entregarse por completo… Seguiremos la próxima semana, acá en Dios las Cría, y acuérdense: “La que avisa, no traiciona”.

martes, 26 de abril de 2011

¿Qué lugar ocupa el amor en la vida de una mujer?


Hoy vamos a hablar de las mujeres cuando caemos en ese estado horrible, tortuoso, molesto y hasta muchas veces patético que es el enamoramiento. No sé si todas las que me están escuchando se van a sentir identificadas con lo que voy a decir pero sé que más de una, seguro.
Para empezar, pido que hagamos todas, las que estamos acá en la radio y vos que estás en tu casa escuchando, un ejercicio de introspección, que viajemos en el tiempo y nos vayamos directamente al primer amor. Ese que nos volvió locas, nos trasladó a un mundo color de rosa y al que creíamos para toda la vida. Supongamos que volvemos a los 15 o, a los 20 en el caso de las que tardamos más en encontrarnos con un hombre que creíamos que valía la pena. Si nos trasladamos a los 15, seguro llegamos a esa época tediosa que te deja marcada para toda la vida. Esos tiempos en los que tus viejos te encajaron los brakets porque tenías los dientes chuecos y saliste en todas las fotos de fin de año como sonriéndote de costado, o usabas esos jeans elastizados hasta la cintura que eran horribles pero a vos te parecían geniales. O te ponías doble remera para que tu chico no notara que ya habías empezado a usar corpiño hace 2 años aunque tenías dos copitos que simulaban ser, en un futuro, unas terribles gomas que después no crecieron. En fin, todas pasamos por eso. Y por el primer amor también.
En aquel entonces, si te gustaba un chico de tu colegio…era lo mejor. Te levantabas todos los días y te peinabas distinto…no digo maquillabas porque las de mi edad no nos maquillábamos para ir al colegio – si tenías un grano, te jodías como la mejor- ni nos poníamos una pollerita que por poco se te ve el culo…sí la acortábamos, no vamos a mentir, pero tampoco como hoy que no sabés si las chiquitas van al colegio o a la matiné de las 7 de la mañana. Ya me salió el comentario de vieja y me sigo yendo de tema. Volvamos. El chiquito que te gustaba estaba ahí. Ponele que te buscaba en los recreos, te pedía los apuntes y vos se los dabas como una boluda pensando que te quería, pero sólo quería abusarse de lo traga que eras.
En mi caso, me gustaba uno que no me daba ni cinco de pelota. No era de las más lindas igual eh… después la fui remando con el tiempo pero en la época de los 15 no me la jugaba como winner ni en pedo. Es más, veo fotos de esos años y me las quiero cortar.
En fin, te fuiste enamorando cada vez más…Escribías su nombre en todos los cuadernos, carpetas, cartucheras, hasta posters… su nombre estaba por todos lados como una propaganda de Coca Cola de los años 80. Era ese hombre perfecto que querías que te acompañara por el resto de tu vida.
Finalmente, después de varios asaltos en la casa de tu amiga -para los que no saben lo que en aquella época llamábamos asalto pregúntenle a una hermana o una tía- un día en el colegio te pide que seas su novia. Vos chocha perooo, entre que te robó tu primer beso o tu primera relación sexual- la relación duró 4 meses. Y terminaste llorando por 1 año y medio. Es más, al poco tiempo conociste a otro chico, te pusiste de novia para que el otro te viera pero tampoco volvió. Digamos que ese fue el antecedente de lo que son los hombres, no? Y lo que somos las mujeres.
Ya con unos añitos más acuesta, pongámosle a los 20, estabas más canchera. Algunas nos fuimos a Capital Federal a hacernos las que estudiábamos y buen, las que estuvieron en la gran city sabrán lo que son esas épocas no? Más si venís de una ciudad del interior. Todo te parece nuevo, divertido, raro… Comés en Mc Donalds todos los días como si se fuera a fundir la próxima semana…
Conocés chicos nuevos en la facu, en los boliches, en la calle. En aquellos años, las cosas cambiaron…. Ya no eras la misma boludita que a los 15, si bien te habían quedado secuelas, ya empezabas a ver con más claridad el panorama… Mientras tanto, ellos te encontraban más atractiva o más viva. Ya empezaste a salir al boliche y te creías un poco más diosa. Los empezaste a usar un poco y ellos también te usaron. Llegó la era tecnológica y arrancaron con los mensajes de textos cobardes.
En una de esas, ya en el 2004 para ser más exactos, te llegó otro amor. Lindo eh. Te enamoraste de nuevo. El mundo volvió a ser color de rosa. Vieron? Las mujeres tenemos esa capacidad innata de reinventarnos una y otra vez. Lloramos por el amor pero al rato aparece otro y nos enamoramos de nuevo. Y volvemos a llorar y así. El chico nuevo te encantaba. Salieron una y otra vez. Se pusieron de novios, conociste a sus viejos, al tercer mes ya estaban programando casarse… Sí, esas estupideces que uno imagina cuando está en ese estado de perturbación.
Y es ahí cuando te volvés estúpida de nuevo, no? No podés controlar lo que hacés, estás más impulsiva que nunca, te transpiran las manos, te sentís más linda, querés verlo todo el tiempo. No importa si tiene fútbol, sos capaz de ir a verlo y hacerle de porrista. No importa si tiene turno al médico, ese que le sacaste vos porque él te lo pidió, vos lo acompañás con los ojos cerrados. No importa si te dijo que está cansado, vas a su casa súper dispuesta a malcriarlo. No importa si salieron y no tiene plata, vos llevaste por las dudas así que terminás pagando vos, seguro que él paga la siguiente. Menos te va a importar que no quiera todavía presentarte a su familia, seguro que se siente presionado porque es la primera vez que se enamora de alguien y quiere cuidar la relación. Y mucho menos va a importar si no te llama o nunca le llegó el choclo de mail que le mandaste para decirle lo mucho que lo extrañás, seguro que se quedó sin internet o justo ese día Hotmail no andaba bien.

Cuando estás sola, lo extrañás todo el tiempo. Te dan ganas de escribirle un mensaje de texto cada cinco minutos, como muuuucho. Para nada, decirle “Cómo andás? Estaba poniendo la ropa en el lavarropas y me acordé de vos”, la más ridícula. Pasás por su casa diez veces al día, de casualidad eh. No vaya a creer que estás tan al pedo como para pasearte para verlo a él. Reeleés los mensajes que te mandó, esos que tenés guardados hace un mes.
Al cabo de cinco o seis meses, ponele, empiezan las discusiones tontas. “No me llamaste” “Volviste a dejarme plantada” “Ya no vamos a lo de tus viejos”. O él que te dice “Si te llamo cinco veces es porque desconfío, ahora si no te llamo no te doy bola” “No quise ir a lo de tus viejos porque estaba cansado, podés entenderlo? No me dejaste ir a jugar al fútbol con mis amigos y ahora querés ir a bailar con tus amigas?” Entre discusión y discusión, un día te dice: “no se lo que me pasa”. Silencio. Y vos le decís: “Con qué amor? Estás mal con el trabajo?” Y te responde: “No, con nosotros”. Duriiiiiiiiiiiiiiiiiisimo!
Y por esas casualidades de la vida, ese flaco que tanto te amaba, se esfuma. Y ahí caes de nuevo en un mundo de mierda, seguís llorando por las películas románticas pero cada vez más, si tenés veinte tantos salís a emborracharte con tus amigas, y cada vez que lo hacés lo querés llamar pero no te animás. Todo pero absolutamente TODO te hace acordar a él. Leés y releés las cartas que se escribieron, los mails que se mandaron… hasta tenés mensajes de texto guardados para leerlos antes de irte a dormir. ¡Qué estúpida! Lo querés llamar de nuevo, escribirle un choclo de mail, poniéndole que lo amás, lo extrañás y que querés que vuelva y una sarta de estupideces más, pero sabés que vas a quedar como la más goma. “Qué hago? Lo llamo para decirle que se olvidó el cargador del celular o le digo que lo extraño y se va todo a la mierda?”
A ver, sé que no tenés lucides en ese momento así que te voy a ayudar un poquito… “el flaco ya no te quería, no era distinto, ni había salido de un cuento de hadas, ni mucho menos. El ya estaba de novio con otra mina y vos seguías enroscada. Y en estos casos, seguramente vos que estás escuchando del otro lado y que ya estás en un estado “normal”, tenés que pararte frente a todas esas experiencias y reflexionar sobre los machos que conociste, en los que conocieron tus amigas y en todos aquellos que quedaron en el tintero por su pequeña capacidad de resolución de situaciones simples.
Y aquí viene el consejo, la tarea para el hogar, el aporte que tal vez sirva para transmitirles, de alguna manera, la conclusión a la que hemos llegado con mis amigas: en vez de putearlos, tenerles bronca, decir que nos jodieron la vida, que tienen su miembro corto, que no saben si seguir viviendo con su mamá o comprarse un carting, que no era buen amante o, en el peor de los casos, que sospechaban que era gay; lo mejor y lo más realista es pensar y decirnos todas al unísono: "es un pobre tipo". A ver, repitamos todas juntas: "es un pooooooobre tipo". Porque no puede con su razonamiento retrógrado, no puede con su papel de macho todo poderoso y menos puede enfrentar a una mujer que lo da vuelta como una media y lo enrosca sin querer enroscarlo.
Al tiempo, ya cuando estás curada, recuperás la energía, salís todos los fines de semana con tus amigas, te tomás hasta el agua de los floreros y en una de esas, te cruzás a otro. Estás nuevamente en el estado de mujer en celo.
Te olvidaste completamente de él. Bien ahí. Cambiaste de boliche, de grupo de amigos, conociste gente nueva, viajaste… Y empezaste a tenerles como cierto rechazo a los hombres… No al extremo de volverte torta pero sí, al de ser MOY desconfiada. Y ahí, mujeres y hombres que están escuchando, llegamos a los 30 no?
Ya un poquito más lúcidas. En la etapa normal. Con muchos anticuerpos de desamores que nunca fueron amores, sino hombres a los cuales idealizaste porque sos una Susanita empedernida y ellos unos pobres tipos, no?
Ya no te ponés a pensar el por qué de su desaparición, o la falta de contestación a tu mail… No te preocupa si no te llama al otro día porque al fin y al cabo, ya aprendiste con qué huelles harás.
Ya no están más los amores ni los llantos dando vueltas, pero sí pelotudos que quieren seguir jodiéndote la vida. Pero todo depende de vos, de tu madurez, de tu claridad para ver las cosas y saber discernir entre lo bueno y lo malo, lo que te conviene y lo que no. Te encontrás con tipos divorciados o que quieren divorciarse porque apareciste vos en sus vidas, te encontrás con el boludo de treinta y pico que sigue viviendo con sus viejos para comprarse el último modelo de la moto de onda, con el típico chamullero que a pesar del transcurso de los años te promete cielo y tierra para dejarte debajo de sus sábanas. Y es ahí cuando te sentís bien no? Cuando decidís vos si querés pasarla bien o no, cuando pensás lo bueno que te deparará la vida y lo mucho que te falta por vivir sola. Y bien.
Es la edad justa para darnos cuenta que los hombres ya no son ESE ser vital para nuestra existencia, esa cosa que nos deja tiradas llorando o nos preocupa, sino un HOMBRE. Te preocupa más tu vida personal, tus amigas, tu economía, tu familia, cómo malcriar más a tus sobrinos o cómo no escuchar tanto a tus amigas primerizas… Y si por esas cosas de la vida se te cruza un masculino, lo mirás y le decís: “¿A qué te dedicás? Ahh, no estudiás… Qué lindo…! Y te das media vuelta.
Bueno, hoy me extendí demasiado… pero creo que les dejé una lección no? Las mujeres enamoradas nos ponemos estúpidas pero gracias a dios somos bastantes las que ya nos hemos recuperado.
La frase del día nos la mandó Sole, una amiga divina que tengo, y dice así: “si te gusta el durazno, báncate la peluza”. Hasta el próximo miércoles gente, espero no haberlos aburrido… y acuérdense: “la que avisa, no traiciona”.

jueves, 14 de abril de 2011

Estar soltera a los 30, no significa estar de oferta


Buenas nochessss, primero quiero agradecer a toooodos los que me escribieron y me mandaron mensajes por FB, unos divinos totales. Y a los que me invitaron a salir, sigan participando por ahora. ¿Nunca se sabe no? Vayamos al meollo del asunto.
Sé que les prometí una batalla campal entre sexos pero para llegar a eso tenemos que comenzar hablando sobre varias situaciones en las cuales, hombres y mujeres, interactúan, accionan, reaccionan, cada cual desde su naturaleza.
El tema de hoy nos compete a las mujeres y se titula: “Estar sola a los 30, no significa estar de oferta”.
Es así. Hombres y mujeres. Estar soltera no significa estar en liquidación, no somos un pecado ni vamos contra natura. Estar soltera a esta edad tampoco significa que les de derecho tanto a familiares, amigos, como conocidos de querer presentarte a cualquier masculino que se les presente por la vida, sólo porque vos estás sola.
Ya de chiquitas te van inculcando eso no? Entonces te frustran de antemano porque tenés 20 y revolucionás los boliches tranquila porque tenés tiempo, ahora llegás a los 30 soltera y ya te da vergüenza entrar al boliche… como que te sentís que los que te rodean te ven en blanco y negro. Al otro día, con una resaca que no das más, tus viejos te despiertan para almorzar. En una de esas, te dicen, “qué cara que tenés, ya no estás en edad como para salir todos los fines de semana”, Ufffff…! Ni les contesto, ahí nomás marco el número de una amiga, soltera también como para que me entienda.
Es así.
Como les dije, el tema del cual vamos a hablar hoy y que me encantaría debatir con ustedes, nace a raíz de la bronca que me genera que la gente piense que por estar soltera a esta edad, tienen la obligación de reencarnarse en el cuerpo de Roberto Galán. ¿A qué me refiero? Vas a un almuerzo con toooda tu familia, algunos no los ves hace mucho tiempo, después de media hora de hablar una sarta de estupideces… tu tía abuela no tiene mejor idea que preguntarte: “¿Y vos nena? ¿Estás de novia me imagino?” Y ahí pensás: “Y vos vieja? Para cuándo te morís?”, mientras le respondés: “No, tía. Ando con alguien pero nada formal”. Uhhh para qué, te empieza a dar lecciones de moral, ética, historia, geografía y sintáxis mientras te tira ese aliento a puma muerto de los viejos con dentadura postiza.
Esto puede pasar también cuando vas a una reunión de trabajo, todos hablan de sus parejas, de sus hijos. De repente, como por arte de magia, nace un silencio. Todos te miran porque vos no habías metido bocado en toda la cena. ¿Y vos Franchu? –encima tienen el tupé de llamarme amorosamente- “Vivís con tu novio, no?”. Esteeee, sigue el silencio. No sé si levantarme bruscamente e irme, contar hasta 1000 y decirles que tengo otras condiciones sexuales o abrir mi boca para expulsar un ingenuo “no, no tengo novio”, mientras mi saliva se muere por escupir en el medio de la cara de quien me lo preguntó.
O en el caso de tu grupo de amigas… quienes casi todas están de novias hace miiiiiiiiiiiil años o ya casadas, cada vez que te ven tienen un macho nuevo para presentarte, pareciera un hobbie. “Franchu –ellas sí pueden llamarme así- entró a mi trabajo un chico diviiiiiiiino para vos, si querés organizamos un after office y lo conocés”. Todo bien pero ¿quién te pidió que me presentes a alguien? ¿tengo taaanta cara de necesitada o alguien me pegó un cartel luminoso en la frente que dice: mujer baqueteada busca hombre antes de que se le termine de caer todo el traste?”. Nooooooooo, valoro la buena onda de la gente pero que esté soltera a los casi 30 años no significa que esté de oferta muchachos!
En el peor de los casos, seamos sinceras, hemos “aceptado” esas citas a ciegas que te propone la gente que te rodea. No vamos a decir que siiiiempre decimos que no. Porque a las mujeres nos encanta decir que “no” cuando queremos decir que “sí”, “tal vez” cuando es “no” y “sí” cuando es un rotundo “sí”. Te dicen: Tengo a alguien divino, escritor, musculoso e inteligente para presentarte. Y ahí preguntás: “¿Es gay?” No, para nada… entonces respirás. Y pensás: “y bueno… dale”.
Pasan unos días y pese a que tu amiga le dio tu teléfono particular, celular, dirección de tu casa, facebook, msn, y dni… él elige ser “uno más del montón”. Te aparece un tal Alejo Suarez quiere ser tu amigo en Facebook. Vos chocha – y por dentro pensás, esteeee…tengo fotos presentables? Ahí vas a tus fotos y empezás a borrar algunas… las que estás bastante enfiestada… buen, listo. Ahora sí, ok! Su foto de perfil es de lejossss así que pensás “este es horrible y se puso esa foto como para pilotearla”. Vas a sus fotos y no, opa… el chiquito tiene algo, “pero es narigón, buen los narigones que conocí son divertidísimos… Vamos a darle una chance… Entre ver El Elegido y salir a tomar algo con un narigón, no pierdo mucho”.
A los días, chatean y arreglan una cita. Pasa por tu casa… vos feliz porque ves un auto divino parado en la vereda… atinás como a subirte y él te dice “no, ese no es mi auto, vine caminando”… Buen, decís “ya sé, era un chiste”… Y te reís como para pilotearla.
Empiezan a caminar, a los cinco minutos te pregunta “A dónde querés ir?” Vos, por adentro pensás “flaco sos un fiaca total, tras que me invitás ni siquiera tuviste cinco minutos para pensar a dónde me vas a llevar y encima lo tengo que pensar yo?” Hombres que son menos hombres, se acuerdan? Igual safa el narigón eh… Eligen un bar divino, con velas… no te copa mucho la onda romántica porque te deprime pero con el narigón ahí sentado te viene todo bien. Te invita todo, escucharon? Te invita TODO, difícil de creer hoy no?...En fin, empiezan a tomar un trago, otro, birra, fernuco… ya tu humor cambió y el flaco no es taaan narigón como al principio.
Te invita a bailar, baila biieeeeen! En una de esas, una vuelta va, una vuelta viene y te da un beso en la boca. Ahhh! Terminan el contacto y le decís: “Cualquieeeeera, yo no soy así”. El flaco se ríe. No sabés si porque no te creyó o porque no te creyó. No importa, ya lo besaste. Después de una noche bastante divertida… por la cual no apostabas ni dos monedas, te acompaña a tu casa, caminando obvio… Ya haciendo chistes y vos por dentro imaginándote que podría ser tu novio…
Antes de despedirte en tu casa, te dice: “No entiendo como una chica tan linda puede estar sola”. Y Ahí decís: “Noooooooo, ¿Por qué tuviste que arruinarlo toooodoooo?? Si veníamos tan bien, hasta te iba a invitar a subir a mi casa, me había depilado, había limpiado el baño después de 1 mes y había levantado las Cosmopolitan de al lado del inodoro…”
Y ahí nomás… pensás: “¿Lo invito a subir o lo despido acá?, si lo invito a subir va a pensar que soy una trola y sino por ahí piensa que no tengo onda”. Ahhhh, qué dilemaaa! ahí se te viene a la cabeza tu amiga casamentera que le pasó tu fb y decís: “por qué se lo tuve que dar? ¿Qué hago ahora”. Bueno… de eso vamos a hablar el próximo miércoles… Mientras tanto, me gustaría que llamen y nos cuenten cómo se sintieron en estas primeras citas organizadas, porque nos tienen lástima o no soportan vernos bien y solas.
Como les prometí, acá va la frase bizarra de hoy que nos la mandó nuestra querida amiga Irma, y dice así: “Las medidas perfectas de un hombre son 80-03-80. 80 años, 3 infartos y 80 millones en el banco”.
Citas a ciegas, amores fugaces, hombres que se depilan o que no pagan en la primera cita, narigones que terminan siendo copados… Ennn fin.

Acuérdense: La que avisa, no traiciona. Chau chau chau chauuuuuu!

¡Volví con todo y ahora estoy en radio! Qué país generoso


Hola gente, ¿Cómo les va? Les pido disculpas porque desaparecí un tiempo laaargo pero aquí estoy. "Yerba mala, nunca muere". Les cuento que empecé a participar con mis monólogos en un programa de radio dedicado a las mujeres. Se llama "Dios las Cría" y se emite en FM Galáctica, 97.1 de Tandil.
El que pueda y quiera escucharme, está todos los miércoles de 20 a 22 hs. Yo, por ahora, salgo siempre al cierre, a eso de las 21.45.
¡Cópense y escuchenme! ¡Háganme el aguante! Jajajaja y sino jódanse, se lo pierden.
Acá les voy a ir pasando, para aquellos que aún no lo pueden escuchar, los monólogos de cada miércoles. Supongo que en un mes aprox ya tendremos contacto con la tecnología y podremos salir por Internet. Los quiero mucho!! A algunos no tanto, pero bueno.
Espero que les guste y me sigan acompañando. Ah! Por último, si se les ocurren temas copados para un monólogo, dejen un comentario!!! Será más que bienvenidoooo!!!!

MONÓLOGO PRIMER PRORGAMA
TÍTULO: No tiene título.

¡Buenas nochesssss!Saludo a los especímenes con pito colgando, ese que es necesario en la vida de cada mujer. Saludo a las MUJERES, a las treintañeras en busca de un amor que no existeee.
Mi nombre verdadero es Francesca y no vengo ni de casamentera, ni a dar lástima ni a hacer el ridículo. Sino por el contrario, vengo a despabilar a las chicas, a despertar a los pelotudos que todavía siguen creyendo en el amor, los pajaritos de colores y toda esa mierrrrrrrda de cosas que te invitan los hombres. Vengo a decirle a los hombres que las mujeres cambiamos… eh, no se crean que somos las mismas boludas que nos quedamos tiradas en un rincón llorando porque no nos dieron bola… nannanana chiquitoooo.
En el transcurso de estos miércoles, voy a compartir con ustedes algunas cosas que viví en estos divertidísimos 27 años que acarreo, más que nada, en mi culo y abdomen (está complicado el tema ahí). Cosas terribles que me pasaron, cosas graciosas.. no voy a contar tooodas porque la idea es que dure acá, la mina era tan boluda que se quemaba en el primer programa. No, vamos a ir de a poco.
Las mujeres hemos cambiado, sí, eso es un HECHO. Ya no necesitamos a un hombre que nos mantenga sino alguien que nos divierta y que pueda entender que las mujeres también estamos alzadas (a veces), que queremos nuestros espacio (muchas veces) y que si no nos llaman después de esa noche desenfrenada de sexo casual… está bien. Está muy bien.
Respecto a ellos, creo que hay cada vez más hombres que son menos hombres… se dice que la adolescencia se extendió hasta los treinta y pico… bueno, hay algunos que se lo tomaron bastante en serio eh. Holaaaaaaaaaaaaaaa?? Todo bien con la adolescencia pero yo ya adolescí y aprendí a saber quién soy. Quién soy? Francesca y en el trasncurso de estos miércoles vamos a ir charlando un poco sobre qué nos pasa a nosotras a esta edad, qué nos preocupa, qué nos entretiene, qué nos inquieta, qué lugar ocupan los hombres en nuestras vidas o mejor dicho, qué lugar dejamos que ocupen. Sepan mujeres que seguimos teniendo el control, el mango de la sartén, ahora no para cocinarles sino para pegarles una buena patada en el culo cuando nos dejan por otra 100 por ciento operada, se van de joda noche de por medio con sus amigos, o se hacen los amorosos por una noche y al día siguiente cuando le hablás por el msn, te pone “Hola, te conozco?”.
Hombres que no son hombres, mujeres que son adultas, independientes, resueltas, atractivas, capaces, trabajadoras… Vamos a ir hablando de esto eh, de los tipos de hombres –machitos, virgos, forros, cancheritos, histéricos, pendejos… En fin, sobre las relaciones de hoy en día, que cada vez entiendo menos pero me divierten más. Sí, estoy soltera y me la banco. Feliz, chocha. Trabajo, me mantengo, viajo, salgo con mis amigas, me compro cosas con mi plata…
Además vamos a hablar de los tabúes, de las cosas que no nos animamos a decirnos en la cara y que deberíamos empezar a decir BASTA BASTA BASTA… ya estamos grandecitos para mails, papeles, mensajes de texto.. bastaaa señoresssss, si me tienen ganas, bueno juéguenselaaaa… nada es gratis, menos con una mina que está llegando a los 30 que está bastante hinchada las bolas. Vamos a hablar también sobre las cosas que odiamos de ellos, y las que odian de nosotros.. por qué no? Cosas que odiamos de la vida o que a esta altura ya no nos bancamos. Ejemplo? Este sábado que salí, me pareció que las longitudes del boliche que está de moda hace más de 15 años se achicaron y no avisaron, o seré yo que cada vez me banco menos el amontonamiento siniestro que no te deja ni tirarte un gas tranquila. Salís a bailar y tan todos en pose, ya la onda boliche me da paja. A ustedes no?
Va a estar bueno esto. Eh, quiero que me llamen, que nos llamen, que opinen, que digan, que critiquen, que halaguen -por sobre todo eh-… Francesca llegó para quedarse en este mundo patas para arriba, en este panorama enloquecido en donde cuesta que el hombre entienda a la mujer y la mujer lo entienda a él … va, dejémoslo ahí porque están bastantes sacaditos de manual eh…
Hombres, mujeres, ha sido un placer. NO HABLO MÁS, SE ME CANSÓ LA LENGUA Y ME ABURRI…Espero que para ustedes también y sino bueno, me tendrán que escuchar igual todos los miércoles.. y si no quieren pónganse a mirar tele, o tener sexo, o salir a pasear el perro.. mientras seguiré acá, firme, convencida, histérica, arrebatada, caprichosa…. FEMINISTA.
Todos los miércoles me voy a despedir con una frase bizarra como para calmar las aguas y dejarlos pensando. Esta vez, es el turno de mi querida amiga Olga, a quien le mandamos un beso porque seguramente nos esté escuchando, que dice así: “Más vale preservativo en mano, que a los 9 meses, un enano”. Gracias y nos encontraremos acá, en FM Galáctica, el próximo miércoles a la misma hora. Y acuérdense, “la que avisa, no traiciona”.