lunes, 11 de mayo de 2009

Marta en el país de las maravillas


A pedido del público más allegado, me veo en la obligación de sentarme con unos buenos mates "made in Pacheco de Melo", para seguir en la lucha. Sí, esta batalla de géneros pareciera acrecentarse cada vez más, pero hoy no me interesa crear una disputa entre hombres y mujeres. Hoy, en cambio, prefiero hablar acerca de la diferencia - rotunda diferencia - entre los hombres.


Este fin de semana, tuve la oportunidad de irme lejos del smog y poder disfrutar, junto con mis amigas, un poco de aire puro. Nos fuimos de viaje por ahi, no importa dónde. Sí, voy a decir a dónde, a lo que me encantaría titular: "El país de las maravillas". Sin entrar en cuestiones geográficas, se entiende que somos indocumentadas y que no pudimos irnos fuera, entiéndase la etiqueta de este monólogo como una metáfora.


Los ovarios que me acompañaron, junto con los míos, entraron a un túnel de luces fluorecentes en donde, vaya uno a saber por qué, todos los hombres que lo habitaban eran como renacidos de épocas inciertas y desconocidas. Un "país", donde los muchachos te dejan el asiento, te atienden como reinas y te invitan a bailar sin otra pretensión que la de mover sus caderas al ritmo de Gilda ¡Y cómo! Un lugar que, sin dudas, deja precedentes para volver, deja ese gusto dulce de un mate a media mañana y esas ganas de seguir creyendo que existen HOMBRES.


Después de regar este jardín, que simulaba estar creciendo entre excremento de vaca, se me vienen a la mente todas aquellas oportunidades en las cuales, cualquiera de las mujeres, se conforma con semejante pelotudo que no sabe ni para qué lo tiene entre las patas. Tal vez, a medida que nos vamos formando como mujeres y los años pasan - ¿se nota que se acerca mi cumpleaños? - nos ponemos más exigentes. Pero a su vez, permitimos que ciertos individuos nos sumerjan en bosta, haciéndonos creer sólo por un instante, que "eso" es normal.


A ver, generalicemos por un instante y simulemos un país en donde podamos digitalizar algunas cuestiones. Hoy me centraría en algunos consejos para evitar conflictos en "El país de las maravillas". Una especie de manual no tan básico como los hombres en donde incluiría algunos tips para ellos. Sí, mis amores. Si tanto quieren ganar, voy a ayudarlos un poco. Hoy no se qué me pasa pero me apiado, debe ser la estampita de la Madre Teresa que me está mirando al otro lado de mi habitación.


Manual básico para los hombres:


Consejo 1: Evitar el "texto". Si realmente te interesa una mujer, ya sea para tener relaciones sexuales casuales, casarte o vivirla, llamala. No porque levantes el tubo te vas a quedar en bancarrota, vas a perder tu masculinidad o vas a quedar como el más ridículo. Por el contrario, por ahí lográs saciar tus necesidades.


Consejo 2: Si no bailás bien, andá a clases de danza. Importante en el hombre, no quedarse con la imagen de que por ser más masculino, tenés que estar con el vasito de cerveza toda la noche parado al lado de la barra cual viejo baboso de 50 años. No, no. Un hombre que mueve bien su pelvis, tiene fama de ser excelente amante en la cama.


Consejo 3: Invitá en la primera cita absolutamente "todo". Este comentario no es de rata, vale la aclaración, pero a las mujeres nos gusta que nos alaguen un poco. Después mitad y mitad, en este país, está todo bien.


Consejo 4: No digas "bonita", ni "gorda", ni "mi amor", ni ni ni. Esas cosas no nos atraen. Decinos MARTA.


Consejo 5: Si ya estás de novio, no pienses que te casaste. Evitá los eruptos, los gases extraídos por el ano y las puteadas por simplezas. A la cancha, vas con tus amigos los domingos. Sí, existe el fútbol en este país también, ponete contento.


Consejo 6: No medites tanto tu estrategia, si te gustó una mujer, hacéselo saber. Si esperás a que la mujer reaccione y reacciona, es medio putita.


Consejo 7: No nombres a tu ex, no compares a tu mujer con las modelos de la TV ni hagas comentarios como "gorda, ¿me parece a mí o estabas más flaca el verano anterior?". A partir de ese instante, tu miembro no va a ver la luz hasta la Tercera Guerra Mundial.


Consejo 8: En este país, procurá no estar acomplejado por el tamaño de tu "amigo" y hacer una previa de 5 h porque, para tu información, nunca va a ser la primera vez que nos pasa y te vamos a "sacar la ficha" antes de que hagas nada. Por el contrario, comprate una bomba de aire o procurá tener a un striper de amigo, seguro que te pasa la posta.


Consejo 9: Si no entendiste alguno de estos consejos y pretendés que me extienda, seguí creyendo que Racing va a salir campeón algún día o que el Bambino va a cocer ese famoso toldo para que sea de noche toda la vida y tu felinidad se expanda las 24 h.


Me cansé de dirigirme a los hombres. Martas ...



¡Qué lindo que es el país de la maravilla! ¿Sacamos pasajes?


¡Yo invito!


martes, 5 de mayo de 2009

Cambio de roles


Como siempre quiero volver por más, independientemente del tiempo que los deje sin poder deleitarse de mis locuras, aquí estoy. La verdad es que estas líneas tendrán un tinte, como podrán notar a continuación, de indignación hacia el sexo masculino.


Como para variar un poco, he decidido expresar todo lo que me tiene así como "inquieta" últimamente. Una especie de catarsis escrita que no deriba en otra cosa que no sea volver a lo mismo pero sabiendo que varias personas han leido lo que tenía para decir.


Creo que nunca voy a poder entender muchas cosas que atañen a los hombres. Es decir, pensamientos - si es que los tienen - indescifrables pero que, como si esto fuera poco, ahora se han mimetizado en colores femeninos y discusiones histéricas que, en su origen, nos correspondían a nosotras.


Simple pero complicado: un cambio de roles rotundo que nos lleva a pensar que, si bien las mujeres seguimos teniendo "la flor poderosa" entre las piernas y, por su parte, ellos ese "no se qué" que nos atrae, hay ámbitos en los cuales hoy, lo que antes era nuestro, pasó a ser pertenencia de ellos. Me refiero a la histeria, señores.


Si bien los hombres, hoy en día, pretenden mostrarse socialmente "free lance", la verdad de la milanesa es que varios han superado el plan de histeria para convertirse en "Luisas Culiock reprimidas". ¿A qué me refiero con esto? Simple. Si una está bien con alguien, no implica firmar ningún papel de confidencialidad o compromiso; ahora ... más de 3 salidas y ellos echan a correr como si estuvieras poniéndoles un revólver calibre 42 mientras les pedís matrimonio. ¿Qué se tragaron? ¿La novela de las 3 de la tarde?


O en el peor de los casos, se te enamoran rápido y te dicen de escaparse juntos un fin de semana mientras ya está planeando, en el caso de los que somos de ciudades del interior, otro tipo de viajecitos. Te tiran un "¡Qué bueno que estaría conocer ..! ¿Le caería bien a tu papá?"


- NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO !!!!!!!!!! Ya no me caés bien a mí.


¿Qué hay con ustedes? ¿Después de la novela de las 3, vieron la de las 4 y "Pasión de gavilanes" por tercera vez? Si entendiesen que nosotras únicamente pretendemos no enroscarnos y hacer más fáciles nuestras vidas, TODO, les puedo asegurar, sería mucho más fácil. ¿Se piensan que con los tiempos que corren, siendo profesionales, trabajando 9 horas por día, teniendo nuestra vida social y placeres, vamos a querer firmar algún tipo de lazo?


Reconozco que las mujeres también tenemos nuestro lado complicado, si nos llaman 3 veces por día es un "goma" y si no nos llama es un "pelotudo". Ellos, por su parte, si quieren verte "te tiran un texto" o te hablan en el msn como si nada: "¿En qué andás?".


- Hey ¿tu mamá te cortó las bolas cuando eras chico?


¡Dejémonos de joder! Pareciera como que nuestra generación, infectada por las nuevas tecnologías, hiciera un combo explosivo de cobardía e inmadurés que no beneficia a ninguna de las partes. ¿En dónde quedó ese hombre viril y masculino que le robaba el auto a su padre para viajar 300 km sólo para ver a su amada por 1 hora? Esa historia existe, se los aseguro.


Ahora, tras que no hacen eso, te invitan a salir, te pasan a buscar y tenés que caminarte 30 cuadras o, en el mejor de los casos, subirte a un colectivo simulando que estás en el Parque de la Costa bajándote de la Montaña Rusa, simulando que te cagaste de risa pero por dentro querés vomitar.


Piénsenlo y dejen de enroscarse, histerias con pito colgando. La vida es más fácil y el cambio de roles, créanme, no los beneficia en nada. Si quieren realmente ponerse en nuestro lugar, háganlo pero no sean tan ingenuos.


¿Jugamos a que tienen el poder? ¡1, 2, 3 ya!