jueves, 14 de abril de 2011

Estar soltera a los 30, no significa estar de oferta


Buenas nochessss, primero quiero agradecer a toooodos los que me escribieron y me mandaron mensajes por FB, unos divinos totales. Y a los que me invitaron a salir, sigan participando por ahora. ¿Nunca se sabe no? Vayamos al meollo del asunto.
Sé que les prometí una batalla campal entre sexos pero para llegar a eso tenemos que comenzar hablando sobre varias situaciones en las cuales, hombres y mujeres, interactúan, accionan, reaccionan, cada cual desde su naturaleza.
El tema de hoy nos compete a las mujeres y se titula: “Estar sola a los 30, no significa estar de oferta”.
Es así. Hombres y mujeres. Estar soltera no significa estar en liquidación, no somos un pecado ni vamos contra natura. Estar soltera a esta edad tampoco significa que les de derecho tanto a familiares, amigos, como conocidos de querer presentarte a cualquier masculino que se les presente por la vida, sólo porque vos estás sola.
Ya de chiquitas te van inculcando eso no? Entonces te frustran de antemano porque tenés 20 y revolucionás los boliches tranquila porque tenés tiempo, ahora llegás a los 30 soltera y ya te da vergüenza entrar al boliche… como que te sentís que los que te rodean te ven en blanco y negro. Al otro día, con una resaca que no das más, tus viejos te despiertan para almorzar. En una de esas, te dicen, “qué cara que tenés, ya no estás en edad como para salir todos los fines de semana”, Ufffff…! Ni les contesto, ahí nomás marco el número de una amiga, soltera también como para que me entienda.
Es así.
Como les dije, el tema del cual vamos a hablar hoy y que me encantaría debatir con ustedes, nace a raíz de la bronca que me genera que la gente piense que por estar soltera a esta edad, tienen la obligación de reencarnarse en el cuerpo de Roberto Galán. ¿A qué me refiero? Vas a un almuerzo con toooda tu familia, algunos no los ves hace mucho tiempo, después de media hora de hablar una sarta de estupideces… tu tía abuela no tiene mejor idea que preguntarte: “¿Y vos nena? ¿Estás de novia me imagino?” Y ahí pensás: “Y vos vieja? Para cuándo te morís?”, mientras le respondés: “No, tía. Ando con alguien pero nada formal”. Uhhh para qué, te empieza a dar lecciones de moral, ética, historia, geografía y sintáxis mientras te tira ese aliento a puma muerto de los viejos con dentadura postiza.
Esto puede pasar también cuando vas a una reunión de trabajo, todos hablan de sus parejas, de sus hijos. De repente, como por arte de magia, nace un silencio. Todos te miran porque vos no habías metido bocado en toda la cena. ¿Y vos Franchu? –encima tienen el tupé de llamarme amorosamente- “Vivís con tu novio, no?”. Esteeee, sigue el silencio. No sé si levantarme bruscamente e irme, contar hasta 1000 y decirles que tengo otras condiciones sexuales o abrir mi boca para expulsar un ingenuo “no, no tengo novio”, mientras mi saliva se muere por escupir en el medio de la cara de quien me lo preguntó.
O en el caso de tu grupo de amigas… quienes casi todas están de novias hace miiiiiiiiiiiil años o ya casadas, cada vez que te ven tienen un macho nuevo para presentarte, pareciera un hobbie. “Franchu –ellas sí pueden llamarme así- entró a mi trabajo un chico diviiiiiiiino para vos, si querés organizamos un after office y lo conocés”. Todo bien pero ¿quién te pidió que me presentes a alguien? ¿tengo taaanta cara de necesitada o alguien me pegó un cartel luminoso en la frente que dice: mujer baqueteada busca hombre antes de que se le termine de caer todo el traste?”. Nooooooooo, valoro la buena onda de la gente pero que esté soltera a los casi 30 años no significa que esté de oferta muchachos!
En el peor de los casos, seamos sinceras, hemos “aceptado” esas citas a ciegas que te propone la gente que te rodea. No vamos a decir que siiiiempre decimos que no. Porque a las mujeres nos encanta decir que “no” cuando queremos decir que “sí”, “tal vez” cuando es “no” y “sí” cuando es un rotundo “sí”. Te dicen: Tengo a alguien divino, escritor, musculoso e inteligente para presentarte. Y ahí preguntás: “¿Es gay?” No, para nada… entonces respirás. Y pensás: “y bueno… dale”.
Pasan unos días y pese a que tu amiga le dio tu teléfono particular, celular, dirección de tu casa, facebook, msn, y dni… él elige ser “uno más del montón”. Te aparece un tal Alejo Suarez quiere ser tu amigo en Facebook. Vos chocha – y por dentro pensás, esteeee…tengo fotos presentables? Ahí vas a tus fotos y empezás a borrar algunas… las que estás bastante enfiestada… buen, listo. Ahora sí, ok! Su foto de perfil es de lejossss así que pensás “este es horrible y se puso esa foto como para pilotearla”. Vas a sus fotos y no, opa… el chiquito tiene algo, “pero es narigón, buen los narigones que conocí son divertidísimos… Vamos a darle una chance… Entre ver El Elegido y salir a tomar algo con un narigón, no pierdo mucho”.
A los días, chatean y arreglan una cita. Pasa por tu casa… vos feliz porque ves un auto divino parado en la vereda… atinás como a subirte y él te dice “no, ese no es mi auto, vine caminando”… Buen, decís “ya sé, era un chiste”… Y te reís como para pilotearla.
Empiezan a caminar, a los cinco minutos te pregunta “A dónde querés ir?” Vos, por adentro pensás “flaco sos un fiaca total, tras que me invitás ni siquiera tuviste cinco minutos para pensar a dónde me vas a llevar y encima lo tengo que pensar yo?” Hombres que son menos hombres, se acuerdan? Igual safa el narigón eh… Eligen un bar divino, con velas… no te copa mucho la onda romántica porque te deprime pero con el narigón ahí sentado te viene todo bien. Te invita todo, escucharon? Te invita TODO, difícil de creer hoy no?...En fin, empiezan a tomar un trago, otro, birra, fernuco… ya tu humor cambió y el flaco no es taaan narigón como al principio.
Te invita a bailar, baila biieeeeen! En una de esas, una vuelta va, una vuelta viene y te da un beso en la boca. Ahhh! Terminan el contacto y le decís: “Cualquieeeeera, yo no soy así”. El flaco se ríe. No sabés si porque no te creyó o porque no te creyó. No importa, ya lo besaste. Después de una noche bastante divertida… por la cual no apostabas ni dos monedas, te acompaña a tu casa, caminando obvio… Ya haciendo chistes y vos por dentro imaginándote que podría ser tu novio…
Antes de despedirte en tu casa, te dice: “No entiendo como una chica tan linda puede estar sola”. Y Ahí decís: “Noooooooo, ¿Por qué tuviste que arruinarlo toooodoooo?? Si veníamos tan bien, hasta te iba a invitar a subir a mi casa, me había depilado, había limpiado el baño después de 1 mes y había levantado las Cosmopolitan de al lado del inodoro…”
Y ahí nomás… pensás: “¿Lo invito a subir o lo despido acá?, si lo invito a subir va a pensar que soy una trola y sino por ahí piensa que no tengo onda”. Ahhhh, qué dilemaaa! ahí se te viene a la cabeza tu amiga casamentera que le pasó tu fb y decís: “por qué se lo tuve que dar? ¿Qué hago ahora”. Bueno… de eso vamos a hablar el próximo miércoles… Mientras tanto, me gustaría que llamen y nos cuenten cómo se sintieron en estas primeras citas organizadas, porque nos tienen lástima o no soportan vernos bien y solas.
Como les prometí, acá va la frase bizarra de hoy que nos la mandó nuestra querida amiga Irma, y dice así: “Las medidas perfectas de un hombre son 80-03-80. 80 años, 3 infartos y 80 millones en el banco”.
Citas a ciegas, amores fugaces, hombres que se depilan o que no pagan en la primera cita, narigones que terminan siendo copados… Ennn fin.

Acuérdense: La que avisa, no traiciona. Chau chau chau chauuuuuu!

1 comentario:

Anónimo dijo...

jajajaj me encantó! ves la solteria de la mujer treintañera desde una perspectiva muyyy graciosa!! y asi debe de serrrrr chauuu con las que lo ven en forma fatalistica!!! en mi caso disfruto mucho de ello.. por ahora no tengo apuros :)